¡Cuantas baladas extrañas en este disco! Ni más ni menos que el debut de
Sunday Ramos en el sello La Pasión Records, grabado en la primavera santiagueña de 1999, y editado a principios de 2000. Producción independiente si las hay, la obra fascina de entrada. Se trata de un disco aún inmaduro, pero en el que se ven claras las intenciones del autor: cautivar al furtivo y desprevenido oyente e irritarlo al mismo tiempo. Asimismo, se trata de una auto-arenga cargada de sensibilidad, a los efectos de poder sobrellevar lo mejor posible la frustración que le había producido su fracasado intento en las discográficas de Buenos Aires.
En el disco las melodías se suceden indefinidamente, como cascadas de sonidos chirriantes que sazonan las aparentemente cursis canciones de amor. Los teclados utilizados como colchones para la profusión de saxos mal grabados adrede confieren a la primera mitad del disco una impronta casi pérfida, pletórica de excitación. Las cuerdas cantan, ebrias de dinamismo, mientras las guitarras mal distorsionadas se superponen a los bajos, que saturan constantemente. El resultado es incierto, perturbador, aunque ciertamente tentador. Podría decirse que es un disco melódico latino mal grabado o que estamos en presencia de algo único en su especie. Lo concreto es que el disco fue muy difundido en su provincia, y los ejemplares para difusión, que desaparecían a carradas de la productora, eran prestados entre la gente como jamás se vio. Paradójicamente, nadie compró un solo ejemplar.
La primera canción, que también da título al disco, es "Vuelvo raro". Un bonito country & western, cuya letra habla de un viaje mágico, aunque el teatro de dichas visiones no sea el esperado por el oyente, a quien le digo: No espere desentrañar el misterio. No se trata de paisajes paradisíacos ni de ningún "love parade" psicodélico, sino de los suburbios de la capital santiagueña, con su aridez y su permanente aburrimiento, a los que Sunday, bajo los efectos del jugo de cardo, transforma en idílicos lugares de ensoñación, pero en los que también se presienten catástrofes permanentemente.
Para el segundo track el tempo va en notable
crescendo. Aquí vemos como al autor le inspiran más las bellas féminas conocidas, y en ese punto, hace hincapié en una alemana que conoció. Ramos invoca su belleza, pero a la vez destaca sus propiedades al volante de un imaginario camión. Una vez más, la poesía es contradictoria, subrayando el concepto de que todo su discurso lo es.
El tercer número nos remite a su decepción por las películas mediocres. Recordemos que una de sus pasiones es el cine, lo que en su obra es notorio. Sunday le canta a la decadencia cinematrográfica, volviendo una y otra vez con un estribillo magistral:
"Podes hacerlo más comercial, sin dejar de hacerlo tan tangencial". Sublime...
Los siguientes dos temas vendrían a representar lo más intrascendente del disco, donde se habla de historias imaginadas por Ramos, que a nadie le interesan.
El tema 6, en cambio, es una historia real. Habla de un amigo que fue abordado por una mujer con malas intenciones, que intentó separarlo de él. Es un canto a la recuperación de la auténtica amistad y un alegato en contra de la inescrupulosidad y la ausencia de códigos. La música es tensa y el cantar lo deja a uno perplejo.
El siguiente número, "Montañas altas", es una sincera evocación al amor subterráneo, aquel que se vive al margen de lo establecido, reproduciendo una metáfora inigualable, que es como él ve su propio paisaje mental, comparado con la mujer que para Ramos también está fuera de todo lo conocido hasta el momento. Según investigué, hay mucha concordancia entre este tema y el track 2. Es, quizás, el mejor intento de todo el CD. Sunday canta maravillado por la cuantiosa adrenalina que le produce esa peculiar relación clandestina.
En "El fumadero" da rienda suelta a su veta experimental, convirtiendo esta proto-balada en un caos deliberado de incongruencias, donde se escuchan voces de operarios de una fábrica en su efímero receso laboral. Y es aquí donde se nota el eclecticismo estilístico que yo antes mencionaba. Una canción vanguardista que desentona visiblemente con el resto de la obra, y la búsqueda de sonidos es infinita, producto mayormente de los estragos que le produce a Ramos la afición obsesiva al consumo de cardo, esta vez en su modalidad fumable.
En "Muy bien esa" vuelve el ritmo caribeño a acariciarnos los oídos, aunque las melodías sean típicamente de Medio Oriente, que es la tierra de sus ancestros. Es interesante como amalgaman ambos estilos, aunque considero que el buen resultado es fruto de la casualidad. Es que Ramos no repara en purismos musicales, importándole muy poco la coherencia estilística, característica que ha marcado toda su obra hasta hoy.
La canción final es una oda a una mayor libertad sexual en el cine. Un tema que se adelanta considerablemente en el tiempo a la idea del film "Secreto en la montaña" (Brokeback mountain), donde Sunday hace gala de su firme convicción de la libertad sexual, de lo genuino del verdadero amor, sin importar la poca ortodoxia del mismo.
En resumen, un disco bueno, bastante recomendable, aunque, como ya dije con anterioridad, todavía muy verde en su resultado general. Mi calificación: 7/10.
Listing del álbum "Vuelvo raro" (2000): 1.Vuelvo Raro 2.Alemana 3.No Voy Más Al Cine 4.Quedate 5.No Lo Ves 6.Esmo 7.Montañas Altas 8.El Fumadero 9.Muy Bien Esa 10.Me La Como (La Película)
Producido por Sunday Ramos. Estudio: La Pasión (Santiago del Estero). Sello: La Pasión Records.